miércoles, 2 de mayo de 2007

Cómo manejar los miedos infantiles

Obligar a los niños a enfrentar sus temores o minimizarlos son errores que se suelen cometer.

A los padres muchas veces les cuesta entender los temores de sus hijos y reaccionan de manera errónea frente a ellos. Una actitud que valdría la pena revisar, sobre todo porque se corre el riesgo de convertir un simple temor infantil en una fobia. El psicólogo Francisco Ibaceta, del Instituto Neuropsiquiátrico de Chile, y la psicóloga infanto-juvenil Verónica Penna entregan recomendaciones.

Temores normales. Los miedos entre los 2 y los 8 años son normales y si bien existe una predisposición genética, la mayoría son adquiridos por experiencia.

Hay temores esperables como el que se tiene a la oscuridad, a estar solo o a todo lo que rompa la rutina del niño. También hay otros que se pueden producir por un trauma o por una mala experiencia, como el temor a los resbalines, a los animales, al agua o a las escaleras.

Cuándo preocuparse. Si el miedo limita el desarrollo normal del niño. Por ejemplo, si no quiere ir a la plaza, si no se puede subir a una micro hay que tomar medidas.

No minimizar. Hay un concepto básico: no minimizar ni tratar de bajarle el perfil al temor. Porque el niño tiene un pensamiento mágico y no puede tomar distancia de la realidad. Si uno le dice que es imposible que haya fantasmas dentro del clóset sólo se va a sentir incomprendido.

Distinto es si uno le sigue el juego. "¿Crees que hay un fantasma? ¡Qué susto! ¿Veamos juntos si es verdad?", sería lo correcto. También ayuda hacer concreto ese miedo dibujándolo, para luego guardarlo dentro de una caja o un baúl.

No obligarlos. Es un error obligar al niño a enfrentar su temor, porque lo único que se consigue es sumar al miedo una sensación de angustia.

Más vale abstenerse de tirarlo por el tobogán a la fuerza o de subirlo a un bote aunque patalee, porque eso puede crearle una fobia de por vida. Mejor es preguntarle qué lo asusta y hacer una aproximación gradual con el objeto. La clave está en transmitirle que lo que siente es normal.

Expresar los sustos. Es aconsejable que tenga la posibilidad de expresar sus temores a través del juego. "Si le tiene miedo a los perros, darle uno para que juegue, por ejemplo". La prevención del problema se hace desde que el hijo nace y consiste en no llenarlo de prohibiciones.

Decirle constantemente que no haga tal cosa, que tenga cuidado o que no salga sólo le transmite a ese niño inseguridad de que no puede hacer las cosas por sí mismo y de que el medio en que se desenvuelve es peligroso y hostil.

Publicado en El Mercurio

viernes, 27 de abril de 2007

Una hormona ayudaría a retrasar el envejecimiento

Estudio:

Una dosis diaria de melatonina desde los 40 años haría la diferencia.

Científicos españoles parecen estar cada vez más cerca de una de las grandes metas de la ciencia: frenar el envejecimiento. Esto, porque afirman que la melatonina logra retrasar los efectos oxidantes e inflamatorios del envejecimiento.

Ésta es una hormona que se produce en el cerebro de forma natural en pequeñas cantidades. También se encuentra en varios alimentos, como maíz, avena, cerezas, arroz y vino tinto.

El profesor Darío Acuña Castroviejo, quien coordinó el estudio en el Departamento de Fisiología de la Universidad de Granada, afirmó a la BBC que "el problema es que el ser humano deja de producir esta sustancia alrededor de los 30 años".

El equipo de médicos descubrió que una dosis diaria de melatonina a partir de los 40 años "no sólo neutraliza los efectos del envejecimiento, sino también incrementa la longevidad".

Los expertos advierten que hacen falta más investigaciones que prueben la efectividad y seguridad de esta sustancia.

Publicado por El Mercurio